domingo, 1 de enero de 2012

# OTRO EPÍLOGO PARA EL SILENCIO #
















# OTRO EPÍLOGO PARA EL SILENCIO #

Nunca pudiste encausar motivos,
apenas mantenerlos,
te inventaste una razón
para mantenerte en pie,
y es que tus rodillas
ya estaban demasiado oxidadas,
te dieron el tiempo racionado
y algunas costumbres irrevocables,
pegadas al despertar,
llenas de vacío y herrumbre,
y esa soledad en vigilia
que te mordió los sueños.
Siempre lo supiste,
eso de que el futuro no llega
con expectativas ni logros,
sin embargo,te diste por ganado
aunque estuvieras vencido,
nadie te podía quitar la sonrisa,
si era lo único que tenías,
lo único en que creías,
si te reías tanto
era por despistar a la muerte,
aunque no valiera la pena.
No hay gloria festiva en estos días,
no se puede ir más lejos que el mundo
y lo entendiste,
si todo no fuese tan diáfano,
tan evidente, si hubieras podido
nacer de otra forma, menos cristal,
más roca, menos alma, más hielo;
si las cadenas no fueran,
si las cadenas realmente no fueran,
pero son y serán,
aunque cierres la vida
con un golpe implacable,
estás acá, pero te fuiste,
yo te vi partir
con un frío de verano
en la capa de la noche
y sin dejar huellas ni causas;
yo te vi partir.

Sólo dejaste otro epílogo para el silencio,
nada más,
pero no queda más que seguir haciendo ruido,
aunque no tengamos valor ni vocación,
a veces los estruendos, el fragor,
pueden terminar en una buena canción,
que quizás, en el momento preciso,
sirva de algo y te traiga de vuelta.

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