sábado, 20 de junio de 2015

# REGRESO #




# REGRESO #

Cada vez escribo menos
-pensó y lo escribió-
cada vez escribo menos
-tomó un trago, miró
hacia la ventana, y nada,
como siempre nada.-
¿Será por eso?
quizás la nada llegó
a su punto cúlmine,
a su esencia hecha carne,
a su fractura inconexa.
No. Si la nada siempre estuvo.
-Se levantó y corrió la cortina,
oscureció la habitación-
la noche estaba afuera y adentro,
hojeó al azar un libro de Henry Miller
y leyó "hay días en que el regreso
a la vida es penoso y angustioso."
Cerró el libro, llenó el vaso,
la cerveza rubia relucía solemne.
Nadie llamó esa noche,
ni la otra,
ni la otra.
No hubo palabras valederas;
pero claro,
había que regresar a la vida,
y nada... Se imaginarán.