martes, 21 de mayo de 2019

# EL MIEDO (día dos) #




# EL MIEDO (día dos) #

La libertad, la pulsión del viento
que pega en su cara, el humo
que entra y sale, pitadas hambrientas
y miedo, miedo siempre, miedo a la policía, miedo a los golpes, miedo a los barrotes, miedo al silencio que habita tras ellos,
miedo
siempre.

La ciudad duerme el sueño que él jamás conciliará, por la mañana hasta parece que hay algo de esperanza para todos, incluso para un convicto. Recorre calles semi vacías,
mira las bolsas de basura,
encuentra algún festín y harapos,
desayuna sobras,
se viste de alguien. Ladrillo a ladrillo,
casi sin querer, construye un futuro en algún lugar, imagina amor y tranquilidad, un borrón para el pasado y ojos que ya no lo asedian más. Un murmullo que es casi una risa, quizás una compañía,
quizás un abrazo.
Un vagabundo lo saluda y le pide una moneda, un perro pasa junto a él y no le ladra, está solo pero no tanto, es un habitante, una persona normal, trata de convencerse, respira profundo, mira al cielo y se pregunta ¿por qué no?

La respuesta no se hace esperar,
por la esquina dobla un patrullero,
y si. Siempre,
miedo
siempre.

viernes, 17 de mayo de 2019

# LA HUÍDA(día uno) #



# LA HUÍDA #

-  Día uno -

Corrió certero y más rápido que la pila de calendarios que le quedan por cumplir, bautizó la huída en un descuido de los vigilantes, sus muñecas finas deslizaron por entre las esposas. Desde la infancia pudo escaparse de esas novias castigadoras alegando delgadez o malcomer.
La oscuridad fue su manto camuflaje,
las estrellas lo guiaron por el descampado, atravesó los charcos y patinó por el moho, se fue más lejos que su alma alguna vez,
dio bocanadas de aire como si no fuera gratis y por si lo volvían a atrapar.
Respirar tras los muros de cemento y las rejas de metal llenan de herrumbre los huesos, de cal el tiempo, de cieno la vida. Hace frío en los pies descalzos y cuajados,  su destino no tiene nombre, su hogar no tiene lugar,

¿hay algo de mundo para él?

Un vagabundo sin reloj, ya sordo de las sirenas que lo quieren cazar, si no las imagina todo el tiempo las siente durante la siesta endeble con un ojo monitor entre abierto. Hace años que no sueña, ahora menos. Pasó la noche y el sol salió sin moraleja, día uno con vida pensó, encontró un pucho en el suelo, por ahora la urgencia es más sencilla y humana, pedir el fuego y nublar sus ojos y su mente
con
el
humo
de
un
cigarrillo.

sábado, 11 de mayo de 2019

# EL HOMBRE COLORIDO #




# EL HOMBRE COLORIDO #

El hombre colorido prefiere el color azul,
se queja de los que se quejan y
asegura que todo tiempo pasado
fue mejor.
Prefiere la emboscada ideológica y
 la represión a la revolución, bajo su puente nunca pasa demasiada agua y no se equivoca aunque esté equivocado. Quiere mirar todo, es avizor y plaga, ama dar cuenta de su razón irracional, construye su odio desde el miedo y la intolerancia.

Predicador de supercherías, héroe cotidiano y autorreferencial.

El hombre colorido adora el arco iris sólo si está de moda, sólo por tener de qué hablar. Se nutre del absurdo, de la foto frente al espejo, de su piel de Narciso, del fracaso ajeno, de la pena que da y no siente. Dice lo que hay que decir cuando nadie quiere oirlo, está de más y no le importa, sonríe por demás con una mueca grotesca y cínica.

Prolífico de la autocompasión,
del "algo habrán hecho",
de la rutina diaria de la estupidez.

¿Y qué podemos hacer contra él?

No ser como el hombre colorido
es un buen comienzo.