# SOLEMNE #
Renacerá la herida solemne
(la existencia misma)
que de un tiempo a esta parte
nos maltrae entre días muertos
y apuestas a la duda.
Las tumbas se cavan lentamente
y siempre ante nuestros ojos.
Plantamos crisantemos y
sonreímos, no queda nada mejor.
Nos eludimos como podemos
y entre los abismos
boqueamos hacia el cielo
para respirar una bocanada
de consuelo, pero claro,
siempre está el riesgo
de que como un traidor nos asfixie.
Qué es lo que hacés vos te preguntarán,
cómo cambias el mundo.
Empezando por el mío para
llegar al de los demás, diré,
con el tañer de las palabras
dentro del bolsillo
y con la idea inscripta en la conciencia
de que si así no fuera
entregaría la vida de mi vida
al naufragar de los mares del infierno,
al fuego rey de la ceniza,
al silencio efímero que nombra el vacío,
a la nada que me persigue
y me hiere de un abrazo.
