viernes, 26 de octubre de 2012

# OSCURIDAD Y SILENCIO #


















# OSCURIDAD Y SILENCIO #

Mancillo mi alma entre botellas y libros de Bukowski,
entiendo, por fin, el no sentido de la vida,
avanzo entre el claro oscuro de los días
y pienso sobre cual será la mejor despedida,
es decir, la menos doliente,
aunque supongo que, a esta altura decisiva
da igual cuanto dolor traiga consigo la muerte
si de todas formas me urge que llegue.
Esta postrera carta puede ser un último cultivo para el ego,
un guiño a los pocos años o instantes(quizás sea más real)
que han válido de algo, a las cruces que han marcado
los huesos, a los huesos que no han sabido soportar el tiempo.
Esta mezcla de vejez y resignación se ha acoplado,
más que nada, en esos insomnios existenciales
que se vuelven pesadillas frente a mis ojos abiertos;
esos ensueños que rugen punzantes
son cuchillos con forma de minutero y develan
lo diáfano, lo endeble, lo frágil que es todo.
No vale ser metafórico ni retórico a esta altura,
no quiero encender la llama de la poesía.
Me refiero al mundo que pisamos y que nos pisa.
me refiero a lo que somos, a lo que soy,
a que ya está bien, ¿nadie se da cuenta?
Ya ha sido suficiente la sangre, la mentira,
ya nos hemos colmado de heridas provocadas,
de pintarnos con lágrimas y decir que no es nuestra culpa,
que todo así es, que la gente no cambia,
que yo no cambio, que se que está mal,
pero soy un cobarde o una víctima,
que juro que no lo volveré hacer.
Ya no prometo nada, ya no creo en nada,
no quiero un mundo mejor,
nadie se lo merece,
quiero ser como fui por última vez,
como somos todos de alguna forma u otra,
quiero volver a buscar mi placer,
cerrar la luz, dejar de sonreír y lamentar,
no quiero más este peso, no quiero alas,
no quiero ni necesito optimismo,
ni dios, ni perdón ni comprensión.

Una vez más y para siempre

oscuridad y silencio.

sábado, 20 de octubre de 2012

# DE TIEMPO #


















"Nada ni nadie es capaz de sujetar al tiempo."
Mario Benedetti

# DE TIEMPO #

Dejamos lo peor para mañana
entre latidos perezosos
de una vitalidad gastada
y calendarios cargados de cansancio,
pendemos de un hilo enebrado
por una mano maestra,
volamos a su ritmo
y olvidamos que la soga se puede cortar.
Quien inventó el reloj
olvidó decir como sujetar las horas,
por eso a veces se escapan efímeras y fugaces
y otras tantas se quedan clavadas
como cuchillos encarnizados.
Somos de tiempo, nos hace y deshace
en sus olas incesantes,
alguien nos mira desde los engranajes,
dispone el final, dispone el drama.
Somos de horas, minutos y segundos,
somos de control, somos de nada.
Acá estamos, hartos de la fatiga,
hartos de que cada mañana seamos los mismos
que ayer pero más viejos,
sin embargo, no queremos vencernos tan facilmente,
por eso posponemos el puñal inevitable,
por eso tenemos una fe invisible,
por eso juntamos fuerzas aunque
tengamos las manos llenas y encalladas,
por eso mordemos las lágrimas,
por eso cantamos una canción
y escribimos versos contra la muerte,
por eso, y por esa loca e insípida idea
de que el futuro será mejor.

lunes, 15 de octubre de 2012

# LA DESOLACIÓN #




# LA DESOLACIÓN #

La desolación, esa desolación que tiene
más nombres que el abismo, llega sin prudencia
llevándose por delante la parafernalia
de certezas con las que uno inventó su hogar,
su habitáculo, su escondrijo,
su vida en otra vida.
¿por qué surgió?¿qué palabras o actos
la hicieron despertar furiosa?
¿Acaso importa?
No.
Porque no tiene vuelta atrás.
Nadie puede augurar los pasos en falso,
las cosas reales o irreales tienen su propia
historia y significado en la cabeza de cada uno,
allí, en esa jurisdicción, se debate
el amor y la cordura, el odio y la locura,
ya se sabe que todo se resume en esos términos,
pero claro está, después, cerca y lejos,
está la muerte relamiéndose, contando
latidos y humos, excesos y torpezas,
y más que nada jugando con su guadaña
en los reinos del azar.
Mas la desolación es una alegoria de ella
porque llega como anticipo conminatorio,
como sonrisa macabra, como estocada fantasma
antes de que el cadaver sea en el cajón
o en las llamas fulgurantes.
Es el prólogo de eso que llamamos
final y que, como si fuéramos
indiscretamente ciegos, ignoramos.

martes, 2 de octubre de 2012

# PARA DESAPARECER #


















" Todos sabemos que nada ni nadie habrá de ahorrarnos el final sin embargo hay que vivir como si fuéramos inmortales."
Mario Benedetti


# PARA DESAPARECER #

A veces es necesario, primordial,
casi inherente a la existencia;
desaparecer.
Borrarse uno mismo del suelo
que pisa cada día,
desencajarse como un ladrillo
roto de la pared,
respirar silencio,
habitar un umbral oscuro.
Es imposible amanecer siempre
cándido y reluciente
a la hora de la alarma,
disimular la sequía del rostro
con pomposos maquillajes,
es absurdo reivindicar
la maquinaria y la costumbre,
la paciencia y la fe en su futuro.
El dolor siempre existe,
el dolor siempre cuenta,
y más si miramos a través
del escaparate de lo diario.
Todo el tiempo buscamos o pensamos en huir,
por eso mentimos historias y paraderos,
por eso nos tapamos los ojos constantemente,
por eso nos mordemos los labios con rabia,
por eso consumimos veneno
como si fuéramos inmortales,
para desaparecer,
por un instante, al menos.