# GENTE ENTRE LA NIEBLA #

# GENTE ENTRE LA NIEBLA #

Una lluvia de niebla, como un manto,

se manifiesta con jactancia

y el albor no sale de su asombro,

la gente entre ella perdida

no es otra cosa que fantasmas

errantes y absortos en su aura aciaga

casi ceguera, casi tentación de muerte.

Al mirar la ventana empañada

sólo vemos nuestro rostro esmerilado

inquiriendo si volverá a ser el de antes;

y es que una vez que la niebla 

se mimetiza dentro y fuera del cuerpo

la oscuridad del alma se vuelve inapelable

y nada parece proyectarse.

Podemos vociferar, llamarnos a los gritos,

implorarnos socorro, pedirnos clemencia,

pero nadie se arriesga a salirse de su camino,

de su metro cuadrado, de su conformidad,

de su miedo ortodoxo, empírico

y los llantos y los gemidos 

se van multiplicando(por miles y miles) 

y se hace imposible ignorarlos.

Es una música disonante,

más bien una cacofonía aterradora.

La sangre y la desesperación toman parte,

los cerebros sufren espasmos,

las venas se abren en canal,

los cuellos crujen y se desdoblan,

las sienes se alimentan de plomo.

Tengo miedo, yo, un fantasma de carne y hueso,

trago mis lágrimas, me esgrimo contra la muerte,

pero la niebla se traga todo, todo, todo

y me arrastra, me arrastra, me arrastra.

# PALABRERÍA FANTASMA #

# PALABRERÍA FANTASMA #

Me mantengo en la oscuridad,

escribo lo que escondo,

esa es mi defensa, esa es mi alarma; 

así miento, así me delato.

Un perro devora mis entrañas,

yo simplemente observo.

¿qué tan profunda es la noche?

todavía no encuentro su último subsuelo.

Quiero ser más libre,

tanto como un disparo en la cabeza,

el perro mastica, gruñe, babea soberbio

y hago caso omiso tontamente.

La niebla abarca el horizonte

y el otoño coagula la sangre

que discurre mansamente por mis venas,

lo lejano se asienta como sombra

implacable que acecha

o como cortina de silencio,

un recuerdo siempre es un cuchillo

que solemos agarrar del filo.

Pero la sangre ya es de hielo

que cae en gotas de cristal

que se quiebran contra el suelo,

da igual que se pierda la vida

cuando no hay prólogos para el futuro.

La bestia se retira satisfecha

y es que ya sólo quedan mis huesos

masticados, polvorientos

y esta absurda palabrería

que tímidamente manifiesta

mi fantasma.

# ALMA RESISTENCIA #

# ALMA RESISTENCIA #

Hasta las vírgenes tatuadas pierden la fe,

nadie confía en nadie, ni en sus espejos,

no vale la pena ni la alegría.

Quizás la farsa es naturaleza 

o más bien franqueza;

Todos los sueños son atisbos de utopías

que se suicidan al despertar de la rabia

de saberse tan, pero tan imposibles.

Por eso ya ni nos creemos nuestras esperanzas.

Queda todo lo que tenemos o no a mano,

lo que brilla allá lejos en escaparates

relucientes y en bodegas recónditas.

Pero a algunos, incluso,

todo lo tangible no nos sirve,

creemos que si, pero a la larga,

el vacío se vuelve inabarcable

y aunque nuestros brazos abracen

fuertemente los placebos materiales,

en la oscuridad de nuestros ojos

cerrados nada nos acompaña.

Por eso hemos de estar

con los ojos abiertos de palmo a palmo

devorando la realidad perpetua

que fluctúa, apresa y escalde

con lo poco que en verdad tenemos,

un alma en donde canalizamos

todas nuestras resistencias

(aun sabiendo que esa entidad invisible

no es más que un invento

literario o místico del miedo 

a morir y desaparecer

sin dejar rastros ni lágrimas

ni un epitafio decente).

# SÓLO ADIOSES #

# SÓLO ADIOSES #

Entre secretos inconfesables
y miedos primigenios
esculpimos los rincones más oscuros
de nuestros infiernos,
somos sombras taciturnas
en sus pasadizos
y sin saber a donde ir
vamos llegando a distintos sitios
forjados por sentires y estructuras.
Todo es pasajero en los pliegues del alma,
nada es eterno en el tacto de la piel.
Siempre aficionados tendemos
a mirar lo equivocado
como si supiéramos con creces
que es lo correcto,
Extraña virtud la nuestra.
La mente es un torbellino
cuando la vida es un naufragio,
yo pienso, tu piensas, el piensa
nosotros pensamos, ellos piensan,
pero no nos entendemos. Sin embargo actuamos.
Y allí por los aires, queda el cielo
en espera y llamando y tentando,
prometiendo y lloviendo y obligando,
pero ya nadie se jura un encuentro en el paraíso,
ya nadie se cree una plegaria,
el firmamento no es nada más que
un cielo raso deteriorado,
el mundo se va desvaneciendo
y ya no hay dioses, sólo adioses.

# QUE NADIE DIGA NADA #

# QUE NADIE DIGA NADA #

Y ya nadie es el mismo. Yo tampoco. 

Aunque las raíces siguen arraigadas

el fruto es distinto,

quizás más dulce, quizás más amargo

debatiéndose entre florecer

o marchitarse para siempre;

y es que el mundo se precipita

a su postrera oscuridad

y casi sin avisarnos eso 

nos volvió tristes 

de un tropezón a otro.

A partir de ahí se empieza

a querer menos para desconfiar más,

a afrontar la realidad para

no despertar desamparado

de un soñar estupendo.

La carne llama, la piel siente,

el dolor siempre existe y se reinventa.

La voz de la conciencia desdobla los valores,

nos crece como un alarido incesante

que puede con todo el griterío del silencio.

Quiero huir de este juego ignominioso,

de esta vida procaz,

de este ir y devenir,

de este tumulto de sin sabores,

sin sentidos, sentimientos permitidos

y que nadie diga nada.

Que los jueces frívolos

ardan en sus altares,

que los pensadores guarden

sus conjeturas para otro negro estío,

que los que han de extrañarse(al extrañar)

absuelvan por una vez la estupidez,

que los que aman este vivir

sigan su marcha feliz hacia el futuro

sin reparar en los que saltan por la borda.

Quiero huir en una desbandada impredecible,

en un rayo sin estruendo ni cielo,

en un cansancio de hartazgo definitivo,

en el camino de un último verso

y que nadie diga nada

porque en algunas ocasiones

no hay nada que decir.