domingo, 27 de agosto de 2017

# SANTIAGO PREGUNTA #



# SANTIAGO PREGUNTA #

¿Dónde estoy?,
¿quién me sacó del mundo?, 
¿esto que lloro es sangre?, 
¿será que tarde o temprano
alguien nos puede venir a
buscar así sin más?
La gente pregunta por mi
y no puedo contestar.
Me late fuerte en el oído
la carcajada burlona 
de la democracia.
¿Dónde estoy?,
¿dónde están los demás?,
Soy un rumor que el aire quiere
arrastrar a las fauces del olvido,
no estoy 
ni vivo
ni muerto.

No me encuentro en ningún lado,
no se donde estoy,
Nadie sabe o eso dicen.
Yo se que ellos si.
Ellos siempre saben, 
siempre.
Acá no hay remate ni moraleja, 
Me gustaría que me digan
donde estoy. Nada más.

¿Dónde estoy?

lunes, 21 de agosto de 2017

# UN CIUDADANO #




# UN CIUDADANO #

Una melodía oscura
nieva en tus oídos
como dios del día
y te habla de ese amor
que no podés escribir
desde aquel día obtuso
en el que el sentir
ardió desde adentro,
Pero claro, resurge,
si vos sabrás de lo que hablo.
Noches que no te alcanzan para descansar;
siempre hay un cordel horca,
una tuerca que gira en falso
y un poema que no llena el vaso.
Palabras por piedras,
tu bala grita tinta y
se muere al saber que es limosna,
un eco que retumba en la nada,
un insomnio que no sueña mundo.
Bebés un trago de mares de anestesia
cuando no querés pensar en todo,
ese todo donde sos miserable.
Cuando no querés estar,
algo siempre te encuentra
y te coloca en el piso
pedregoso del presente,
ahí donde un latido es
lo mismo que una bocina,
donde los números
llevan nombre y apellido
y tienen poco para enseñarle
al espejo porque son
cegados con el flash
que los retrata espléndidos,
tan falsamente lejos,
lejos de la muerte.
Sino no te entienden
es porque vos tampoco,
te reís del peor dolor
para naturalizar la decandencia,
para que sea diafána y endeble
esa cosa que es capaz
de secar un alma.
Estás hablando de vos,
te estás viendo desde afuera,
una torpe biografía
ahogada en el contexto,
un puñado de polvo
que se desliza entre los dedos
y se pierde sin hacer mella
en la estructura de todo
lo que hay que ser y hacer
para ser felizmente
un ciudadano.

miércoles, 16 de agosto de 2017

# CON SUS MIL Y UN FORMAS #




# CON SUS MIL Y UN FORMAS #

Soñé que escribía y en alguna instancia
del viaje algo tenía sentido
y luego no, y viceversa.
No habían hechos sucesivos
ni temporalidad coherente.
Una bomba explotaba en la garganta
de un niño que clamaba piedad
en un idioma desconocido pero entendible.
Yo escribía, la tinta era roja sangre,
la lapicera era un cincel hecho de huesos.
Me manchaba los dedos, traspasaba la piel.
Un agujero negro engullía al sol lentamente,
se oían carcajadas grotescas,
un cuervo tocaba el tambor a modo ritual,
iba al compás del latido de mi corazón.
Había una procesión de extraños seres
sin rostro que me arrastraban,
¿a dónde íbamos? No había camino,
sólo rumores de viento que sonaban
como el vaiven de una puerta oxidada.
Las estrellas eran ojos centinelas
que medían metódicamente cada suspiro
nacido del nido del pensamiento.
Una luciérnaga permanecía a oscuras,
no quería emitir luz, temía que le quitaran
lo poco que le daba razón.
Yo tomaba nota, el entorno era volátil,
podía sentir que estaba allí
y después no, crujía mi semblante borrosa.
¿Era todo aquello un amalgama de sueños?
¿Era yo parte del sueño de alguien más?
¿Alguien soñaba que yo soñaba que escribía
el sueño de otros soñadores?
Todos debemos soñar y ser
parte de otro lugar, quizás algún día
podamos recordar con claridad,
abrazados al albor del despertar,
todo lo que el ensueño nos quiso contar.
Quizás, este relato inconsciente,
nos revele pistas o alertas
que nos hagan las veces
de salvataje, llave o mapa
para darle la vuelta
a esa porción de realidad
que nos mantiene apuntalados
en el subsuelo de la angustia
que ronda danzante y furtiva
con sus mil y un formas.