jueves, 19 de mayo de 2011

# ESTE FUTURO SE ACUERDA DE AYER Y HOY #


# ESTE FUTURO SE ACUERDA DE AYER Y HOY #

Aquí estamos, matándonos la confianza,
pisoteados por nuestros errores,
enarbolando la traición que cualquier día
juramos ingenua.
Engañamos cuando quisimos amar
porque incluso la verdad nos mintió,
y estamos despiertos y abrazados
esperando que nos devuelvan el zarpazo,
como quien se olvido de cerrar la puerta
y sabe del frío de los ojos del viento,
permanecemos en vilo, reflectados
en la muerte que nos mira con ansia,
nos involucramos en el torbellino
de los sentires que nos despistan,
mientras que las huellas que dejamos
avanzan lentamente hacia ningún lado,
y no las borramos, porque,
en algún momento,
emprenderemos el camino de regreso,
con todo el fracaso que eso conlleva.
Pensamos y pensamos
si hacer lo correcto o
desperdigar la inconciencia,
después nos convencemos
de que ambos pasajes
son
un
laberinto.
Nos entregamos a decir que es el destino,
que, aunque giremos el timón, ya es tarde
y
absurdo,
que todo está escrito en la innalcanzable
configuración de nuestras almas mundanas.
Ahí es cuando dejamos de lado
lo único que realmente nos pertenece,
nuestra existencia.
Si eso afirmamos, que tonta rendición.
Yo digo que será cuestión de vernos nuevamente,
de sobrepasar las barreras que
nosotros mismos nos construímos y
que nos hacen tan reales y malditos,
habrá que desencadenar la vida
y romper los eslabones de nuestra humanidad
para no contagiarle a nadie
este futuro de manos vacías y miradas absortas,
este futuro perecedero que sembramos como eterno,
este futuro de funeral perpetuo,
este futuro que nos eligió
para no dejarnos elegir
y para borrarnos cada opción.
Este futuro que me deja
insomne y callado
en los pliegues de la oscuridad de mi cuarto,
ya, sin tinta, ni papel, ni motivo.

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