domingo, 27 de marzo de 2011

# EL PLACEBO #



# EL PLACEBO #

Si sangra tu alma y todos lo pueden ver,
vende,
si tu cuerpo es el hogar predilecto del cáncer,
vende,
si tu desdicha yace hundida en el barro del hambre,
vende,
si la violencia consiste en la humillación más cruda,
vende,
la vanalidad inescrupulosa y cruel llega a la cima
eregida por el comprador
y orientada por las maquinarias mentales
de los persuasivos titiriteros que la venden.
La productividad hace más y más productos
que sirven para rellenar el ocio o el vacío,
Nuestras necesidades nos necesitan,
esa es la premisa,
eso nos inculcan, eso nos obligan a creer,
compramos el invento de lo que queremos ser,
compramos toda la perfección que anhelamos
y que no existe,
engullimos los señuelos del deseo impuesto,
cada vez tenemos más apetito por la novedad,
cosechamos lo que otros sembraron,
y esos otros sacan la mejor tajada.
No importa qué dios,
no importa qué edad,
no importa qué raza,
no importa qué ideología,
no importa qué decepción,
no importa qué mierda
cruze los infiernos de tu mente
cuajada por el tiempo y el frío,
al final terminarás intentando
calmar el miedo,
callar la ansiedad,
tapar las ausencias,
cumplir los sueños
frente a un escaparate
y diciendo:
"quiero eso, señor."
Compremos por comprar,
ese es el plan bien planeado
y el placebo más útil
para olvidarnos
de la vida
y de la muerte.

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