miércoles, 16 de febrero de 2011

# LA OSCURIDAD #



# LA OSCURIDAD #

Nunca maldecí la oscuridad.
En el silencio y en la soledad
es la mejor compañía,
tiene un qué se yo
de paz
y de incertidumbre
que hace fantasmas de sombras
que susurran canciones lentas,
tiene alcohol de desahogo
derramándose por los labios
y trascendencia de reloj
que reflecta recuerdos.
Nunca maldecí la oscuridad
porque aunque nos rodee,
nos lleva a nosotros
y descubre todo lo que
no nos decimos,
todo aquello a lo que hacemos
caso omiso,
todo aquello que,
en un amanecer,
nos levanta sobresaltados,
y la oscuridad no nos da otro espejo
que el que nos hace
sentirnos y reconocernos,
por eso mismo,
la oscuridad,
nunca
significará
vacío.

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