# Y ADIÓS, HASTA LUEGO #

# Y ADIÓS, HASTA LUEGO #

La luz me quita lo invisible(lo que soy)
y la claridad de lo que veo.

A veces pasa que cuando algo termina
nada comienza y la espera
se hunde en la nada absurda.
El alma tiene la soga al cuello
y el tiempo es veneno,
somos huéspedes de un
paraíso desmembrado,
de una odisea en vida,
pero ya moribundos,
deshaciendo el amor,
pero anudándonos con espinas
en la cima del monte calvario.
La brisa es cada vez más fría
y el tiempo es veneno,
se extingue nuestra llama joven
que se cuela por la hendija
de nuestra coraza terciada,
tenemos hambre de sentido,
de caminos, de verdades francas
y nos la sacian con farsa y alegorías,
con virtudes inútiles,
con fantasmas y espanto.
Se me desarma el mundo en las manos
y el tiempo es veneno.
Las cartas están sobre la mesa,
ya todo se ha dicho,
pero tampoco sirve de algo.
Amamos en la comodidad
y el desconcierto,
no tenemos el valor de enfrentarnos
a lo que somos cuando dudamos y dudamos,
la omisión es nuestra salida de emergencia,
pero eso de huir siempre nos hace
mirar hacia atrás con añoranza
y ahí quedamos, en el medio de algo
que no sabemos bien qué es,
dando pasos en falsos, retrocediendo,
saltando impulsos y presentimientos,
y ahí quedamos, pensando y sintiendo
como tontos que se desconocen a si mismos.

La luz me quita lo invisible(lo que soy)
y la claridad de lo que veo,
por eso será mejor apagar las luces
y adiós, hasta luego.