miércoles, 12 de octubre de 2011

# LUZ SOMBRÍA #















# LUZ SOMBRÍA #

Tengo una luz sombría que hace a veces de espejo
y todavía devuelve mi reflejo a pedazos.

Hace tiempo la patria se fue de mi,
hace tiempo dejé de creer en lo invisible,
nada es tan cierto, no hay forma de anclar la verdad.
Ni la voz turbulenta del corazón,
ni la fría aguja del raciocinio
pueden establecer cuestiones precisas
sobre todos los hechos criteriosos
que nos alimentan el odio y el amor.
No quiero volver a la conciencia
porque es un mapa único y a su vez cambiante
destinado a ser invadido por nuestra traición,
por nuestra maldita y venenosa perversión
de siempre querer desafiar sus límites.
Esos lindes sociales-mentales-intrínsecos
que clavaron en nuestras cabezas como avispas
inescrutables que saben dónde y cuándo atacar
son los jueces que no podemos cuestionar,
son los que indican quien es un hombre bueno,
es decir, un tipo decoroso y sin maldad alguna,
con una clara y cabal cordura que sirva de ejemplo,
por eso, de tanto en tanto, prefiero estar loco.
No quiero volver a la fe
porque jamás la soga tiró tanto de mi cuello,
no quiero mover montañas, no me hace falta el cielo.
Acá, en este infierno, nada es tan simple,
la sangre es sangre y no termina de drenarse,
las lágrimas ahogaron todos los pañuelos,
acá, todo es adrenalina y cicatriz,
mirá bien a tus costados,
las calles, las cerraduras,
el cuchillo del hambre,
los muros escondidos,
los rostros petrificados,
todo lo dócil, lo perdido,
lo que duele y duele y duele.
Acá, no hay oración que valga.

Tengo una luz sombría que hace a veces de espejo
y todavía devuelve mi reflejo a pedazos.

No hay comentarios: