domingo, 10 de abril de 2011

# UNA CURDA SÓRDIDA #



# UNA CURDA SÓRDIDA #

Que la parafernalia insaciable
que han armado nos devora,
que normalmente nacer es desencajar
porque no hay cuento que valga,
cierro el puño con la fuerza
de la rabia cuando rompe el silencio,
mientras me desarmo en el encanto
de esta colección de tristezas,
y es que los dados cargados nos mienten
el sorteo del destino,
no quiero ni pienso nada más,
que a veces prefiero tambalear
risueño y suscribir mi indiferencia,
embotellarme y vivir de la ceguera,
desatender las acciones y las consecuencias
de todas mis verdades corruptibles,
no rodearme de la gente y su prestancia
sólida e inalterable,
escupir mi odio iconoclasta
e incomodar al conspicuo de la fe,
agitar los agravios con el
insulto de la risa,
ser el monstruo desagradable
que se acomoda en la basura
y no el imbécil servil
del porvenir cimentado,
nada de cielo,
toses de sangre,
curdas sórdidas,
parafraseos insolentes,
el asco a la cordura,
toda la tontería y su
inconsistencia.
Si estuvieran borrachos,
entenderían lo que digo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanto, muy desgarrador... en mi país hay mucho alcohólico y de alguna manera siento su dolor, tu poema me inspiro mucho!!!