sábado, 6 de abril de 2013

# LOS QUE TRAEN LA TORMENTA II #




# LOS QUE TRAEN LA TORMENTA II #

Para los alcohólicos ceremoniosos
la luna está abierta y luminosa,
pero la despensa duerme sin luz,
por eso, in extremis, sacuden los cadáveres
buscando una última gota
que dé sabor a su esperanza,
tañen los cristales e inventan
la melodía que aleja el silencio,
deshacen frases hechas y desgranan
los conceptos de la estructura.
Después, si el sueño termina,
dudan de levantarse cuando sale el sol
y si lo hacen, son ellos pero
cuajados y desteñidos por el tiempo
y por todo aquello que no quieren
pero que sucede y que se presenta
como un dolor inescrutable
en un montaje de imagénes sin final.
Así, avanzan despacio por la insensatez
del día que ata y desata desesperos
con su franquicia de humanos motores,
luego, respiran serenos cuando cae la tarde
y son más propios cuando despliegan
alas en la noche y se acercan a fundar
la confabulación de la alegría
con sus sonrisas que hacen las veces de espejo.
Allí y al menos en ese instante que puede
durar horas o minutos,
todo se siente
y se ve
un
poco
más
sencillo.

No hay comentarios: