miércoles, 13 de marzo de 2013

# PASAJEROS #




# PASAJEROS #

Como dijo Neruda,
el mundo es un barco
en el que somos pasajeros,
creo que nuestros sentires
también lo son.
Ellos, algunos días parecen arraigados
con raíces que son cables a tierra,
otros, los más inesperados,
son volátiles como papeles
perdidos en un viento de tormenta.
Hablo de la tristeza y la felicidad,
digo que son sentimientos pasajeros,
la única constante sobre ellos
es el paso del tiempo y
la eternidad de su labor inescrupuloso.
El problema es que la alegría
siempre queda chica
ante el alud de la pena.
La pena que nos llega como
un golpe inefable
o como un silencio inverosímil
que en verdad no lo es.
Y aunque se que siempre
se puede caer más bajo
y que tarde o temprano
eso me matará,
por suerte, consistencia
o quién sabe qué,
se que surgirá una mano tendida
que me ayudará a levantar
el vuelo y no hará falta
que eso me lo garantice
un ilustre profeta ensimismado
ni tampoco un dios mitificado,
yo confío en vos,
si, en vos y de a ratos en mi,
lo demás es tontería,
lo demás no importa.

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