viernes, 10 de septiembre de 2010

# SANGRE Y SAL #



# SANGRE Y SAL #

Un idilio de sangre y sal
clavó la voluntad del olvido,
vendido a una cándida sonrisa,
a una fe del corazón,
se descubrió todo un futuro,
y velamos por nuestras sombras,
hasta brindamos con malos tragos
y en el curso de las mareas,
de su vida relojería,
se desplomó y deshojó
cada pestaña que danzaba al
ritmo del soplo de la soledad,
pero tales corrientes
duermen para despertar
y recobrar su torrente furibundo.
Vuelven a nacer,
con o sin disimulo
a las orillas de
cualquier primavera
con frondas que enmarañan
la más alta muralla inconquistable,
con rutinas intermitentes
que terminan por eternizarse
aunque se extiendan por un segundo,
con fantasmas que nos acompañan
dejándonos sólos
hasta en el sueño dormido
del último lecho en tierra,
hijo de la madera,
la tierra
y los gusanos

No hay comentarios: