lunes, 26 de julio de 2010

# MATARÉ #


# MATARÉ #

Mataré mi cuerpo con miles de botellas vacías,
con las toxinas del momento
que marchitarán mi cabeza peldaño a peldaño,
con el frío que se entrometerá en mi sangre
congelando mis latidos,
mataré lo que soy,
un esperpento que se ondula con el viento más leve,
un maldito chiste agresivo que descubre los rostros,
un caminante que no puede despegar los pies del suelo,
un conjunto que no sabe ser ni estar.
Mataré mi cuerpo hasta hacerlo cenizas del viento,
tendré el miedo que habrá que tener
cuando llegue al hospital rendido,
y al final, quizás, seré
un cobarde que no querrá morir,
pero a dios, ni palabra,
lloraré anchas lágrimas que no lavarán
la rutina que crucificó mi tristeza impotente,
dejaré tantas cosas por hacer que no
tendrá sentido contarlas en los últimos suspiros,
mataré el correr de mi reloj
y dormiré sólo si lo procuro,
mataré lo que ves,
y si supiera de mi postrera mañana,
tal vez sea mejor,
será la última jugada en la ruleta de mis horas,
una efímera estrella que disfrutará su brillo
hasta que se abrace a las sombras de la noche,
la recibiré con un guiño cómplice,
me pedirá un verso y se lo daré,
después se irá sin adiós, sin despedida
y no me percataré de su partida,
nos dejaremos libres al fin,
el amanecer y mis ojos ya no se
contemplarán con desdén y
por fin olvidarán el odio
que los puso
frente a frente
cada día

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