# ESE ESPEJO QUE NO TE RECONOCE #
¿Dónde viste tu última
imagen verdadera,
el reflejo perfecto de tus
estigmas y destellos?
Estás adulterado,
sorbes restos de vos y vomitas
una miserable belleza
predecible en la pantalla,
la pantalla que es cuadro
nuevo de tu vida
cada día a cada hora.
¿Dónde estás ahora?, ¿allá o acá?,
¿para vos o para quién?
No hay relato porque estás
medido y calculado,
juguete de algoritmos y estadísticas.
Te delatás solo.
Una foto no dice nada
si se repite una y otra vez
(hasta se nota que la sonrisa se te
cae por el borde del encuadre).
Perdés el misterio.
Bajo efigies del instante
perseguís la aprobación general
para amarte más y más;
y así ser amado.
Eso que brilla en tu rostro
no sale de tus ojos,
sino de un flash que te empalidece
y te deja como a un muerto
con una máscara de purpurina,
dado por vencido, estático
y por siempre perdido
en ese espejo que no te reconoce.
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