# OTRO POEMA PARA LA POLICÍA #
Estoicos, anclados en un antaño prehistórico, padres del crimen y el castigo. Aprietan donde el pulmón social respira, como cardúmenes se alinean y asedian minorías tal que escudan líderes. Puños de tonfa, acarician el hierro frío en su cintura, allí late toda su pasión, toda su vocación de servicio. Cuando se pierde la humanidad ya nunca se recupera, no hay redención posible, una pesadilla recurrente será la soga al cuello que latente y furtiva los perseguirá cada anochecer. Les volverá algún día, en la calle más solitaria, la bala de muerte que pregonaron, que impartieron bajo sus reglas, que ostentaron como corona y ya solo serán reyes en sus féretros infectos. Los gusanos tendrán su festín pútrido y
el pueblo,
su venganza
definitiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario